Cómo mejorar la fertilidad del suelo.

Una comprensión más profunda de la composición del suelo es esencial para crear programas de fertilidad optimizados.
Entre otros factores observados a través del análisis de suelo, la materia orgánica es un indicador confiable de la fertilidad del suelo, ya que afecta las propiedades físicas, químicas y biológicas del mismo.
La materia orgánica es esencial para alcanzar una fertilidad del suelo saludable.

Actividad Biológica: La mayoría de los microorganismos que viven en el suelo necesitan energía proveniente de la materia orgánica para ser eficientes y optimizar su actividad biológica.

Disponibilidad de nutrientes: Gracias a los microorganismos, la materia orgánica fresca puede:
(1) Mineralizarse en nutrientes directamente disponibles para las plantas, o
(2) Transformarse en humus, (3) la parte más estable de la materia orgánica, que desempeña un papel esencial en la estructura del suelo y en la disponibilidad de nutrientes a lo largo del tiempo.

Este humus, a su vez, se mineraliza nuevamente para proporcionar nutrientes a las plantas; a este proceso se le llama segunda mineralización (4), y es mucho más largo que el primero mencionado anteriormente.
Al mismo tiempo, el humus se une con la arcilla para formar el conocido complejo arcillo-húmico (5).
Este complejo retiene los nutrientes (6) y evita que se laven o bloqueen por otras moléculas, hasta que los libera (6) nuevamente en la solución del suelo, donde las plantas pueden acceder a ellos.

Regulación del pH (7): El complejo arcillo-húmico también tiene una alta capacidad tampón, atrapando los cationes H+, que son responsables de la acidificación del suelo.
Hay que tener cuidado: la capacidad de intercambio catiónico del complejo no es ilimitada, y cuando se acumulan demasiados cationes H+, se almacenan menos nutrientes esenciales para las plantas.

Estructura del suelo (8): El complejo arcillo-húmico también desempeña un papel importante en la estructura del suelo, ya que:

  • Refuerza la resistencia del suelo a la compactación.
  • Permite la agregación de las partículas del suelo, mejorando la porosidad.
  • Reduce la cantidad de partículas libres, limitando así el riesgo de encostramiento o “batido”.
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